miércoles, 13 de mayo de 2009

EL AMOR DUELE… cuando te ponen a prueba

Rurouni Kenshin y sus personajes pertenecen al gran Nobuhiro Watsuki y Shueisha.

EL AMOR DUELE…

Cap 10.- Cuando te ponen a prueba

Primera hora de la mañana, era el día libre de las chismosas así que nada más desayunar las delicias preparadas por Misao salió a buscarlas. Su principal problema era como sacarles el tema y que no pensasen cosas raras…

-¿Puedo hablar con ustedes un momento?

-¡Aoshi-san!- Okon se sobresaltó con su aparición- yo… lo siento tengo mucha prisa.

-Y yo también, lo siento Aoshi-san.

Ambas se levantaron y huyeron, al parecer aún le tenían algo de miedo, no llevaba sus kodachi podrían haberse ahorrado la huida. Nunca entendería a esas dos. Empezaba mal ¿y ahora qué? No pensaba ir a ver a Okina y Misao estaba trabajando… volvía a tener una sola opción, preguntar a Mudô. Eso sí, antes de salir en su busca cogería sus kodachi.

Tenía localizada la verdulería y hasta allí fue sin perder más tiempo, pero el joven no estaba allí, por suerte si estaba su padre que gustosamente le reveló el paradero del muchacho. No tenía que ir muy lejos para encontrarle, estaba en el Shirobeko. Esquivó a Sae que tenía intención de reclamarle por haberle tratado de mensajera y se plantó frente a Mudô

-Ven conmigo.

-¿Po-por qué?

-No voy a hacerte nada, ven conmigo.

Dejó el dinero de la consumición de Seichiro sobre la mesa y finalmente este accedió a seguirle, le dirigió a la pequeña área boscosa cercana obligándole a internarse en el bosque para quedar lejos de los oídos ajenos.

-Quiero información.

-¿Qué… tipo de información?- tragó saliva nervioso.

-Sobre Misao.

-No voy a decirle nada- suspiró clavando su mirada en el suelo- pregúntele a ella, eso sería más sencillo.

Desenvainó su kodachi sin pensar presionándola contra el brazo derecho del más joven que se alarmó al sentir el frío acero rozar su piel, alzó su mirada asustada clavándola en la helada del ninja, viendo claramente aquellos ojos inexpresivos y distantes sin rastro de emociones y no pudo hacer más que rezar todo lo que sabía para que no le triturase ni le usase de alimento para animales salvajes.

-Hagamos un trato- enfundó de nuevo su kodachi- tú me dices lo que quiero saber y yo me tomo el tiempo de conocerte- el joven suspiró aliviado.

-¿Y me dejaría casarme con Mi-chan?

-No tientes tu suerte.

-Está bien… ¿Qué quiere saber en concreto?

-Quiero llevarla de viaje y regalarle algo- mantuvo su mirada inexpresiva.

-Le gustan las cosas sencillas, puede llevarla a donde sea siempre que vaya con ella, es muy sociable y en seguida entabla conversación con quien sea, le encanta la tempura de verduras y los dulces como los bollos de crema y los castella para tomar el té…- suspiró- su té favorito es el verde y siempre le pone miel para endulzarlo y el zumo de frutas que prepara Omasu-san le vuelve loca. No necesita comprar nada, si le da flores de las que se encuentran por aquí y le sonríe le hará la mujer más feliz del mundo. Lo que más le gusta es estar a su lado.

-¿Me estás mintiendo?

-¡Claro que no!- exclamó molesto- ¿siempre es tan desconfiado?

-Está bien, gracias. Pásate un día por el Aoiya.

Aoshi volvió sobre sus pasos dejando a Seichiro lleno de preguntas ¿a qué venía la demanda de información sobre Misao? Él debería conocerla a la perfección la había criado y vivía bajo su mismo techo, además ¿por qué le preguntaba a él? Era más fácil preguntarle a ella o a la gente del Aoiya… y ahora que lo pensaba ¿para qué demonios tenía que ir al Aoiya? Suspiró frustrado, de verdad que era incapaz de comprender a ese hombre… se frotó el brazo donde había estado la kodachi y después inició su camino de vuelta al Shirobeko recuperando poco a poco la calma.

El ex-Okashira se dirigió con decisión hacia la comisaría, quería quitarse de encima cuanto antes el asunto con Saito, si bien parecía que podría sacarle provecho a sus paranoias se le hacía molesto e incomodo que el lobo supiese de sus sentimientos por la pequeña Okashira, él era un hombre que ocultaba sus emociones, era ninja por ello sus impulsos se veían reducidos a la nada, para eso había entrenado duramente durante tantísimo tiempo, pero ese maldito hombre…

Se detuvo frente a la puerta de la comisaría tomando aire para lograr mantener la calma que parecía querer escaparse de su cuerpo. Entró con decisión sin ceremonias hacia los oficiales que le miraban curiosos, recorrió el pasillo hasta toparse con Cho que le señaló la sala donde había estado el otro día y allí dirigió sus pasos.

Abrió la puerta sin llamar, lo más seguro era que ya le estuviese esperando, clavó su vista en la pancarta y suspiró, sacudió la cabeza y volvió a mirarla, no era la misma del día anterior, esta vez ponía “¿CUÁNTO SABES SOBRE LA COMADREJA? EL EXAMEN DEFINITIVO PARA SABER SI ERES IDIOTA”. Nuevamente sintió ganas de salir corriendo de allí, lástima que supiera que no podría hacerlo, seguro que el lobo con su cínica sonrisa se vengaba de un modo nada beneficioso para él.

-Bienvenido cubo de hielo- sonrió satisfecho- anda siéntate.

-Ahórrate esas estupideces que cuelgas-gruñó sentándose frente al policía.

-Así es más divertido y ahora…- plantó un papel, un pincel y un tintero frente a él- contesta esas preguntas sobre la comadreja, tienes una hora.

Un tic asaltó al Oni, la hoja tenía diez preguntas debajo de cada una un espacio en blanco para escribir la respuesta ¿cuan veraz era eso? ¿Cómo sabría el lobo si acertaba o se equivocaba? Tomó el pincel y empezó a escribir esperando no equivocarse en nada.

1.- Color favorito

Aoshi: azul

Correcta: el color de los ojos de Aoshi-sama.

2.- Flores favoritas

Aoshi: las flores silvestres

Correcta: las flores silvestres, sobre todo las velloritas

3.- Comida favorita

Aoshi: los pastelillos castella

Correcta: la tempura de verduras, mis dulces favoritos son los bollos de crema y para el té los pastelillos castella.

4.- Bebida preferida

Aoshi: el té verde

Correcta: el zumo de frutas que prepara Omasu-chan

5.- Té favorito

Aoshi: el té verde

Correcta: el té verde con un poco de miel

6.- Festividad preferida

Aoshi: Año Nuevo

Correcta: Tanabata, es tan romántico…

7.- Lugar favorito

Aoshi: el cerezo del Aoiya

Correcta: el cerezo del patio del Aoiya

8.- Lo que más le gusta hacer

Aoshi: hablar

Correcta: estar junto a Aoshi-sama

9.- Viaje ideal

Aoshi: algún lugar cercano al mar

Correcta: donde sea si puedo ir con Aoshi-sama

10.- Su sueño para el futuro

Aoshi: preservar el Oniwabanshu

Correcta: que algún día Aoshi-sama sonría de corazón

El lobo alzó una ceja y bufó derrotado ese hombre sería muy inteligente y todo lo que le diera la gana pero desde luego descubriendo cosas sobre la comadreja era el peor del mundo seguro que aunque colgase una pancarta poniendo lo que le gusta no se enteraba.

-Has suspendido, sólo has acertado tres y dos a medias.

-¿Ah si? ¿Y tu cómo lo sabes?

-Por esto- le entregó una hoja de papel con las mismas preguntas contestadas por Misao- se lo pregunté directamente a la interesada, apuesto… a qué ella contestaría a la perfección las preguntas relacionadas contigo.

Leyó atento las respuestas, era lo mismo que le había dicho Seichiro…

-Cuando una mujer te dice “mi color favorito es el de los ojos del cubo de hielo” es ese en concreto no el azul del mar, ni el azul del cielo, ni otro tipo de azul, el azul en general no vale.

-Lo tendré en cuenta.

-Mira cubo de hielo, tienes suerte de que tu niña hable sin parar y te cuente cualquier tontería que pase por su cabeza, te da toda la información que necesitas, sólo tienes que escucharle- encendió un cigarrillo y se recostó en su silla- además ella se conforma con que la dejes estar a tu lado.

-Sí la escucho.

-¿En serio? Pues no lo parece.

-…

-Te la vas a llevar de viaje. Unos conocidos tienen un hostal con baños termales, les pediré que lo reserven, tienes tres días para convencerla- sonrió con malicia- y hazte un favor a ti mismo, que no se entere el viejo o te usará como saco de arena.

-¿Por qué?

-Mmm- le miró sin mucho interés dando una calada a su cigarro- es una buena oportunidad para que te fijes en lo importante.

-¿Y tu que ganas con eso?

-Cuando estés allí cógela de la mano, llévala a ver lugares bonitos, invítala a comer, ved juntos una puesta de sol, cosas de esas.

-No me has contestado.

-Es simple, si la comadreja está de buen humor rinde mejor y sus informes son más completos, cuando la deprimes sus informes parecen telegramas escritos por Cho y así no me sirve.

-Misao no es un juguete- dijo incorporándose el ninja- no la uses para tu propia diversión.

-Shinomori, no eres el más indicado para decirme eso, tu juegas con ella. Y ahora lárgate, tengo mucho trabajo.

-Si le ha…

-Ahórrate las amenazas, no me das ningún miedo. Venga, tienes que convencerla de que te acompañe, deja de perder el tiempo.

Saito se marchó en dirección a su despacho dejado a Aoshi plantado en medio de aquella sala, finalmente se resignó y regresó a su hogar a planear como llevarse a Misao de viaje sin que Okina le incordiase.

Continuará

Escrito el 27 de febrero de 2009

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